Este asunto traerá cola. Muchos vecinos saben que si no eres
del agrado del Sr. Garrote las cosas o no se harán o tienes que acudir a la
Justicia para obligarle a hacerlas.
Y esto ha pasado con una vecina de Monesterio, Ana María.
Ana María es una vecina ejemplar de Monesterio, participa en todas las
actividades del pueblo de forma desinteresada, una bella persona, pero cometió
el pecado de ir en una lista electoral diferente a la del Sr. Garrote en una
ocasión. Estas cosas parece que algunos no las perdonan.
Ana María ha estado reclamando por las buenas durante 10
años que el Ayuntamiento conectara su parcela a alcantarillado municipal y
evitar perjudicar a los vecinos cuando lloviera.
En principio el Sr. Alcalde dijo NO porque el solar no era
solar, por lo que se ve era un platillo volante, Después, cuando intervino un
abogado, tuvo que rectificar y se acordó la ejecución (en febrero de 2017).
El Sr. Garrote ha desoído todos los requerimientos escritos,
y no le ha quedado más remedio a Ana María que denunciar al Ayuntamiento.
Cuando se ha enterado de la denuncia en el Juzgado el Sr. Garrote, y agotando
el último plazo y evitar el juicio se ha puesto a hacer la obra, la cual está
terminada.
Pues bien, la excusa dada en el Juzgado ha sido que el
Ayuntamiento de Monesterio no tenía ni medios económicos ni personal para hacer
la obra. Curiosamente los medios y el personal han surgido por arte de
birlibirloque.
Esta obra está presupuestada en 300 euros, y el Ayuntamiento
cuenta en la plantilla persona del Servicio de Obras y maneja un presupuesto de
4 millones de euros. Pero según el Sr. Garrote el Ayuntamiento es una especie
de indigente o sin techo en sentido figurado.
Sr. Garrote, ¿Ud. se cree lo que escribe? ¿Ud. hubiera
ordenado hacer la obra si no hubiera denunciado la vecina al Ayuntamiento? ¿Es
cierto que Ud. es sólo Alcalde de algunos monesterienses? Los hechos son muy
tozudos y sus hechos ya le están juzgando a los ojos de la opinión pública,
porque Ud. aparenta una cosa y después es otra.
Por eso le pedimos que dimita de una vez, que deje paso a
otros que no tenga pensamientos rencorosos, si quiere hasta le ponemos a una
calle su nombre, pero dimita por decencia.